I es para Idiotas (13 de junio)

"Convertido en idiota y sabio, yo canto jubilosamente, yo me idiotizo con lucidez como un sabio que nunca sabe lo que quiere, que siempre sabe lo que no sabe, que casi nunca quiere tocar la luz de lo que quiere, cómo arde aquella luz de la sabiduría que nos alumbra, sabiendo lo que nunca sabe, qué idiota me veo iluminándome como un sabio de locura infinita, que sabio este sabiondo tan estéril que ni siquiera se ha descubierto a sí mismo en el espíritu de la mosca que piensa, se ríe de mi ombligo, me habla en sueños, me sueña con el zumbido de esta lengua en le aire, yo soy el temblor de la luz(…)

y la memoria en el péndulo de aquella luz que arde sin consumirse nunca, somos el uno de la idiotez en el todo de la más antigua inteligencia, la más ambigua que nada, la más anfibia, la más estúpida que nadie, de nadie es la inteligencia de esta nada en la que uno se va nadando como puede, tonto de luz, mosca de luz y de sombra, uno se va en el aire como vino, volveré como algún día me fui, vamos nadando entre nubes, más allá del mar luminoso del aire que finalmente arderá, como aquella luz de la sabiduría que nos alumbra desde lejos, más allá de las palpitaciones del sol, muy lejos del círculo de la luna, aquí donde me parezco a mi mismo de repente, loco y sabiondo, convertido en un idiota…

Aquella luz del idiota. Hernán Lavin Cerda.